Nuestras Imágenes y Nuestras Creencias en torno a La Prosperidad

Un problema en lo referente al éxito y a la prosperidad es que existe confusión sobre el concepto de éxito.

El éxito tiene tres dimensiones: dinero, prestigio o reconocimiento de los demás, y la satisfacción de lo que uno hace.

Para esto, es necesario descubrir lo que te apasiona, hacerlo y recibir dinero por ello. Así, habrá felicidad y plenitud porque te sientes realizado.

Hay que tomar consciencia de nuestras imágenes y creencias. Por generaciones, nos han enseñado que el éxito y la abundancia son el resultado de trabajar duro, ser empleados, recibir un salario o un sueldo, tener un jefe y trabajar hasta la jubilación. Sin embargo, no siempre es así. Millones de personas en el mundo trabajan arduamente y apenas ganan lo suficiente para sobrevivir mientras otras, una minoría, gozan de gran afluencia económica con menos horas de trabajo. Es imperativo trabajar menos horas, porque para ser exitosos necesitamos tener tiempo para descansar y reflexionar. Solamente así puede aflorar la creatividad y su manifestación: el éxito y el dinero. Como decía Albert Einstein:

“Para ser creativo hay que dormir bien, y luego abrirse a la infinidad de posibilidades que hay en el universo”

No podemos separar a la economía del Ser Humano porque la economía es psicología. Si las imágenes negativas del dinero están en nuestra mente, cada vez que venga el dinero la mente dirá NO y nos las arreglaremos, consciente o inconscientemente, para evitar que el dinero llegue a nuestras manos.

Todo está relacionado con nuestra manera de pensar, nuestras creencias, nuestras imágenes y la forma en que nos relacionamos con nosotros mismos y con los valores éticos y espirituales, así como con la historia de nuestro clan familiar.

Por otro lado, tener dinero o no tenerlo son dos lecciones diferentes en la vida de las personas y tienen que ver con sus diversos destinos. Tanto la riqueza como la pobreza pueden convertirse en una prueba; una que superemos o no (puede ser una persona con riqueza material, emocional, creativa y espiritual, en oposición a un rico sin conexión que solamente piense cómo logrará juntar más dinero en sus cuentas y a quien no le importan los demás).

Ser pobre no es una virtud en sí; al contrario: la pobreza lleva a muchas personas a perder la dignidad y a cometer fechorías para sobrevivir.

Otra imagen o creencia negativa viene de nuestros padres, quienes frecuentemente hablaron de una manera negativa sobre el trabajo: implica lucha y mucho sufrimiento.

Actualmente, gran cantidad de personas, generalmente por necesidad, realizan trabajos que no les gustan, lo cual sí es un sacrificio interminable. Por otro lado, un trabajo que nos gusta y que además no genera suficiente dinero, es una lucha sin fin. ¿Por qué algunas personas son capaces de generar prosperidad mientras otras no lo consiguen? Porque tienen conciencia de la prosperidad. El trabajo que realizan es la expresión verdadera de sus valores personales y espirituales, y también pueden hacerlo porque han procesado los obstáculos del pasado de su sistema familiar, eventos dolorosos y heridas, con introspección y analizando sus constelaciones familiares.

Tomado de: http://www.imexpar.com/index/index.php/2012-03-03-17-38-58/131-la-prosperidad-y-las-constelaciones-familiares

 

5 de agosto de 2018