El viaje hacia la pareja

La pareja no viene sola, tiene un pasado, una familia, unos gustos quizás diferentes, es decir, además de que esa persona sea capaz de producirte sensaciones y te ilusione, a tal punto que sientas que te enamora, no puedes pensar que está sola en el mundo, vino con un gran equipaje de aprendizajes y costumbres de su familia, amigos y maestros y, mientras más cerca estés de conocer a su versión mundana, terrenal y no tan ideal, más cerca estarás de valorarla como persona y podrás aceptarla con todo lo que tiene, defectos, virtudes y familia.

 

No solo te encontrarás con su historia personal de parejas pasadas de búsquedas iguales a las tuyas, sino que también te encontrarás con su historia de familia, su cultura, su religión, sus gustos culinarios y un gran sistema de códigos diferentes, que tendrás que aprender y valorar.  Si estás muy enamorado o enamorada quizás tengas miedo a la no aceptación, al rechazo, miedo a las restricciones que esta nueva relación trae consigo, miedo a no poder negociar, a pensar que te puedan exigir cambiar para poder hacer pareja... porque las parejas se construyen… son un trabajo. Hay momentos en que uno de los dos tiene que ceder para mantener la armonía, la pregunta es, ¿hasta donde estás dispuesto o dispuesta a ceder sin perder tu identidad… puedes sentir que corres peligro de desdibujarte en la relación? Probablemente si, pero puedes construir pareja y mantener tu identidad puesto que todo parte de ti, la buena noticia es que nadie puede cambiarte ni tu puedes cambiar a nadie, pero hay que llegar a acuerdos de respeto y de aceptación, dando espacio para reconocerse en las diferencias.  

 

El autor británico Ronald David Laing sostiene que construimos al otro dentro de nosotros antes de que este exista en la realidad y Bert Hellinger asevera que “el amor adulto se logra a través de la comprensión de los órdenes fundamentales de la vida, los cuales existen y pueden observarse en las constelaciones familiares”.

 

Es por ello que el trabajo de hacer y vivir en pareja debe comenzar por nosotros mismos, entendiendo el orden que supone tener el lugar que corresponde no solo para quienes formarán parte de mi sistema por construir, sino también el orden que tienen los miembros de los dos sistemas de origen de las dos personas que están unidas en pareja. Porque tener una pareja implica que, aunque quieras estar solo con tu pareja, en algún momento te darán cuenta de que una vez unidos son más que dos, pues se sumarán los miembros de ambas familias. Estemos dispuestos pues a comprender y aceptarnos con todos nuestros ancestros y con todo lo que ellos nos han dejado en legado amoroso. Eso es lo que nos hace quienes somos hoy.   

 

Maryori Ruiz