Carta a papá

Papá no necesito tu aprobación, y no es que no te respete, te sigo respetando, pero soy distinta, pase mucho tiempo intentando complacerte, he sido la mejor hija, he cumplido mi parte, pero no es suficiente, nunca lo fue... no me mirabas... te agradezco todo, porque en medio de la invisibilidad y del rechazo implícito... hice tantas cosas que me han hecho mejor persona. Hoy la niña creció y aun sabiendo que era adulta continuaba sintiendo tu desaprobación, hasta que he sentido que me hago cargo de la niña herida, que la podré cuidar, que haré todo por mí y no por ti. Tu seguirás desaprobándome, pero ya no me afecta, te miraré y aceptaré tal como eres, te amo y te amaré como el mejor padre del mundo, pero me alejaré cuando deba protegerme. Estaré disponible para ti, pero no pendiente. Te apoyaré desde mi criterio de adulta sin sentirme culpable cuando no te complazca. Soy yo, estoy aquí y vivo y seguiré viviendo a mi manera. Aceptándome y amándome desde mis aprendizajes, desde mis cicatrices...